viernes, 23 de enero de 2009
Etimología
La palabra jeroglífico proviene de las raíces griegas ιερος (sagrado) y γλυφειν (grabar).
La frase egipcia para jeroglífico se translitera mdu nṯr,
transcrita como medu necher, significa palabras divinas.
Se caracteriza por el uso de signos, cuyo significado se conoce gracias al descifrado de los textos contenidos en la Piedra de Rosetta, que fue encontrada en 1799, en la que está grabado un decreto en tres tipos de escritura: jeroglífica, demótica y griega uncial. Conseguir descifrar este documento se lo debemos a los estudios realizados por Thomas Young y, fundamentalmente, a Jean-François Champollion quien logró descifrar el método de su lectura en 1822, 23 años después de ser descubierta la piedra.
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