lunes, 2 de febrero de 2009

Piedra de Rosetta

La piedra de Rosetta contiene un texto en tres tipos de escritura y su gran importancia radica en haber sido la pieza clave para comenzar a descifrar los jeroglíficos de los antiguos egipcios. Gracias a Thomas Young, Jean-François Champollion y otros estudiosos de la escritura del antiguo Egipto, hoy puede ser considerada como una joya en la historia del lenguaje y la transcripción.
Es una estela de granito negro, con una inscripción bilingüe (griego y egipcio) de un decreto del faraón Ptolomeo V, en tres formas de escritura: jeroglífica, demótica y griego uncial (con letras mayúsculas); contiene noventa y dos renglones, los catorce primeros escritos con signos jeroglíficos, los siguientes 32 en caracteres demóticos, y los últimos 56 en griego; tiene algo más de un metro de alto, 72 cm de ancho y 27 cm de grosor; pesa 756 kg.

Historia

Fue descubierta el 15 de julio de 1799 por el capitán francés Pierre-François Bouchard en el pueblo egipcio del delta del Nilo denominado Rashid, llamado por los franceses Rosette, cuando las tropas capitaneadas por Napoleón Bonaparte se encontraban guerreando contra las de Gran Bretaña en las tierras de Egipto.
La piedra iba a ser transportada a Francia por los miembros del Instituto de Egipto, pero los ejércitos ingleses, que habían desembarcado en la primavera de 1801, la confiscaron pese a las enardecidas protestas de Étienne Geoffroy Saint-Hilaire ante el general británico Hutchinson. La piedra de Rosetta se exhibe en el Museo Británico de Londres desde 1802. En el lado izquierdo lleva una inscripción con pintura blanca que dice «Captured in Egypt by the British Army in 1801» ('Capturada en Egipto por el ejército británico en 1801'), y en el derecho otra inscripción, «Presented by King George III» ('Presentada por el rey Jorge III').
Sólo una vez fue sacada la piedra del Museo Británico, en 1972, con ocasión del 150 aniversario del descifrado de los jeroglíficos, siendo expuesta en el Museo de Louvre por algunas semanas.
Hay una reproducción de la piedra Rosetta en el Distrito de Figeac (Lot), la ciudad natal de Champollion, y es obra del artista Joseph Kossuth, mide 11 x 8.5 m, es de granito negro traído desde Zimbabwe, cuyos tres peldaños llevan inscritos los textos en jeroglífico, demótico y griego. La plaza lleva el nombre de Place des écritures ('Plaza de las escrituras'). En el Museo Egipcio de El Cairo también se exhibe una copia.

Contenido

El texto escrito en griego antiguo comienza así: «El nuevo rey, habiendo recibido el reino de su padre...» Narra una sentencia de Ptolomeo V, describiendo varios impuestos que había revocado, ordenando además que la estela se erigiese y que el decreto fuese publicado en el lenguaje de los dioses (jeroglíficos) y en la escritura de la gente (demótica).
Tradicionalmente se pensaba que el decreto escrito en la Piedra de Rosetta fue ideado en demótico por los sacerdotes de Menfis hacia el año 197 a. C. Pero los últimos estudios de expertos en demótico han comprobado que la inscripción original fue compuesta en griego y traducida posteriormente al demótico, aunque a veces poco fielmente.

Ejemplos de escritura egipcia


Dirección de la lectura


viernes, 23 de enero de 2009

Etimología


La palabra jeroglífico proviene de las raíces griegas ιερος (sagrado) y γλυφειν (grabar).

La frase egipcia para jeroglífico se translitera mdu nṯr,
transcrita como medu necher, significa palabras divinas.

Se caracteriza por el uso de signos, cuyo significado se conoce gracias al descifrado de los textos contenidos en la Piedra de Rosetta, que fue encontrada en 1799, en la que está grabado un decreto en tres tipos de escritura: jeroglífica, demótica y griega uncial. Conseguir descifrar este documento se lo debemos a los estudios realizados por Thomas Young y, fundamentalmente, a Jean-François Champollion quien logró descifrar el método de su lectura en 1822, 23 años después de ser descubierta la piedra.

Últimos vestigios de la escritura jeroglífica

La última inscripción jeroglífica de la que se tiene evidencias fue grabada en los muros de la puerta erigida en la época del emperador Adriano, situada en el recinto del templo del Isis, en File; se grabó el día 24 de agosto de 394; era una invocación al dios kushita Mandulis.

Egipto como cuna de la escritura


Los más antiguos documentos de escritura conocidos los descubrió el equipo del Instituto de Arqueología Alemán, dirigido por Günther Dreyer. Son un conjunto de 300 vasijas y tablillas de arcilla, encontradas en el enterramiento del soberano predinástico Horus Escorpión I, el año 1997 en Umm el-Qaab, Abidos, datadas mediante carbono-14 de 3400 a 3200 a. C.


Los últimos jeroglíficos.Están inscritas con caracteres jeroglíficos, incisos o dibujados con tinta, desvelando una verdadera escritura compuesta de signos fonéticos, que informan de los impuestos pagados en especie al rey. Mencionan: aceite, lino... y la correspondiente ciudad, no siendo ya la tradicional escritura ideográfica utilizada durante este periodo.

Los escribas


Es un error afirmar que la escritura estaba circunscrita solamente a las castas sacerdotales, olvidándose de una institución fundamental en todo el Antiguo Egipto: los escribas.

Ser escriba era la aspiración de cualquier egipcio de ascendencia humilde, teniendo más importancia que la carrera militar, de hecho, no había posibilidad de acceso a una posición elevada en el gobierno para aquella persona que no hubiera sido escriba.

La vida del Antiguo Egipto discurría alrededor del escriba, éste era quien anotaba el nivel de las crecidas del Nilo (esencial para la seguridad alimenticia de la población), quien consignaban el estado de los canales y diques (fundamentales para conservar y encauzar el agua después de la época de inundación), el acopio de los graneros, etc

Causas del desarrollo del sistema de escritura


Los jeroglíficos reflejaban el lenguaje habitual, aunque con el tiempo fue utilizado preferentemente en las simbólicas representaciones de los templos, desestimándose su uso, por su clara falta de idoneidad en la escritura de uso diario; hay que tener en cuenta que las necesidades de escritura, ya en el Imperio Antiguo, como eran la contabilidad de insumos, alimentos (por ejemplo: en la dotación de los súbditos empleados en la construcción de templos y pirámides), demandaba multitud de escribas que anotaran cantidades, clasificaciones, etc., y en este proceso de reproducción la escritura jeroglífica resultaba poco práctica. Por esta necesidad, los signos jeroglíficos van derivando en otras grafías, más fácilmente reproducibles con cálamos de los escribas, (este era el instrumento de escritura por excelencia), dando origen a la escritura hierática.

Para la escritura cotidiana se utilizaba el hierático, y así lo evidencia el papiro Rhind, donde consta una muestra del conocimiento matemático de los antiguos egipcios. Los ejemplares que se poseen en la actualidad del incorrectamente denominado "Libro de los Muertos" emplean esta forma de escritura.

La escritura jeroglífica quedó reservada para los monumentos reales, templos, palacios, tumbas, joyas, muebles de la corte, amuletos, etc., por cuestiones no solo estéticas sino también por su carácter simbólico y mágico, pues grabar el nombre de una persona en jeroglífico implicaba que cometer un error al escribirlo o el hecho de dañarlo podría influir en la persona a quien hacia referencia dicho jeroglífico.

El hierático, también surge en un periodo donde el lenguaje se ve transformado, ya que de los ideogramas que representaban los primeros jeroglíficos, se pasa a un proceso de conceptualización, para finalmente sintetizar cada símbolo un sonido. Es muy interesante ver la relación y similitud entre el sistema jeroglífico, el hierático, el hebreo antiguo y el fenicio; de este último es muy simple la relación con el griego.

Historia y evolución



Se estima que la escritura jeroglífica se comenzó a utilizar hacia 3300 a. C., aproximadamente en la misma época en la que surgió la escritura cuneiforme en Mesopotamia. Fue empleada durante más de 3600 años, pues la última inscripción conocida se graba el día 24 de agosto de 394 y se encuentra en el templo de File.


Desde la época del Imperio Antiguo los jeroglíficos egipcios fueron un sistema de escritura en el que se mezclaban ideogramas, signos consonánticos (simples, dobles, triples e incluso de cuatro o más consonantes) y determinantes (signos mudos que indicaban a qué familia conceptual pertenece una palabra). A partir de la dinastía XVIII, los escribas comenzaron a utilizar cierto número de signos consonánticos dobles silábicos (sȝ, bȝ, kȝ etc.) para transcribir los nombres semíticos o de dicho origen, pero este tipo de escritura quedó exclusivamente restringida a tal ámbito.

Los símbolos eran también figurativos: representaban algo tangible, a menudo fácil de reconocer, incluso para alguien que no conociese el significado del mismo. Y es que, para diseñar la escritura jeroglífica los egipcios se inspiraron en su entorno: objetos de la vida cotidiana, animales, plantas, partes del cuerpo, etc. Durante el Antiguo, Medio y Nuevo Imperio se calcula que existían alrededor de 700 símbolos jeroglíficos, mientras que en la época greco-latina, su número aumentó a más de 6.000.

Los jeroglíficos se grababan en piedra y madera, o bien, en el caso de la escritura hierática y demótica, con cálamo y tinta sobre papiros, ostraca, o soportes menos perdurables.

El uso de los jeroglíficos grabados se limitaba a los dominios en los que la estética o el valor mágico de las palabras adquirían relevancia: fórmulas de ofrendas, frescos funerarios, textos religiosos, inscripciones oficiales, etc.

La escritura hierática, era de grafía más sencilla, reservada a documentos administrativos o privados y generalmente utilizada sobre papiro, ostracon (fragmentos cerámicos), e incluso tablillas de madera. Los egiptólogos las distinguen de los llamados jeroglíficos lineales, que se pintaban sobre los sarcófagos de madera y en los textos del "Libro de los Muertos". Los jeroglíficos lineales conservan el aspecto figurativo de los jeroglíficos grabados, pero los trazos son mucho menos precisos que estos últimos.

A partir de la época saíta (dinastía XXVI), la escritura hierática fue parcialmente reemplazada por una nueva escritura básica: la demótica. Se trataba de una simplificación extrema de la hierática reservada a las actas administrativas y a los documentos de la vida cotidiana, de ahí su nombre de escritura "popular". La escritura hierática será utilizada preferentemente para transcribir textos religiosos o sacerdotales, conjuntamente con la escritura jeroglífica, de ahí su nombre de escritura "sacerdotal". En la época ptolemaica, el griego se irá imponiendo progresivamente como lengua administrativa: del año 146 a. C. en adelante, los contratos escritos exclusivamente en demótico pierden todo el valor legal.

El copto es el último estado de la lengua y escritura egipcias. Aún se emplea en nuestros días, pero sólo como lengua litúrgica. Se escribe utilizando el alfabeto griego junto con siete caracteres demóticos para transcribir fonemas no existentes en griego. A parte de esto, la escritura egipcia no ha sido empleada nunca más para transcribir ninguna lengua moderna.

Por otra parte, es preciso señalar que, según ciertos investigadores, la escritura jeroglífica sería, junto con la influencia del proto-sinaítico, el origen del alfabeto fenicio, el cual a su vez derivaría en el alfabeto hebreo, arameo y griego, de los cuales provienen los alfabetos latino y cirílico.